miércoles, 26 de mayo de 2010

EL FONDO DEL ESTANQUE


A las siete de la tarde en verano el sueño del amor todavía perdura bajo las sábanas de una cama que cruje. El calor evapora los vahos que dejan en la piel los despojos de la pasión derramada. A lo lejos se oyen ladridos de perros fantasmas ahogados por el sopor de las sombras. Ella se cubre los pechos con las manos, y observa a través de la ventana un punto quieto en el horizonte. Piensa en su madre allá en el campo que arremangada amasa el pan de los domingos, en su hermana que pronto dará a luz, en los días que vendrán, en las moscas de alas azuladas que zumban alrededor del perro que dormita.

No se entiende la mayoría de las cosas, se arrojan tierra para no dejarse ver, y en una nube de polvo permanecen. Uno debe observar todo con muchísimo cuidado, poner atención en aquellas cosas que a primera vista parecen revelar su inocencia.
Él con el torso desnudo, aún duerme. Nunca le habló con palabras. Sólo con gestos que a ella le costaba develar. Su voz se había apagado mucho antes en la ineludible rutina de las horas, en el deseo del hijo varón que nunca llegó. Ahora con los ojos desvaídos busca el cuerpo desnudo de otra mujer alumbrada por relámpagos. Su cabello es oscuro, y se desmelena por la espalda hasta rozar esa cintura, dónde surge su desquicio.
Ella recuerda las conversaciones en el ómnibus, el abanico que como una pajarita de papel se mece, luego la invitación a pasar juntos un weekend, la casa rodeada de árboles, la brusquedad de sus caricias.
Cierra los ojos, y se ve muerta, en el fondo del estanque, donde el forastero la besó contra su voluntad. Abre los ojos, observa la habitación , los juguetes abandonados, las manchas que deja el ácido, la foto de su padre, la máquina que vierta una pasta azulada, las cosas inertes que la rodean hasta asfixiarla, y con resignación abraza el cuerpo del hombre que duerme.
Entonces comprende todo: el cuerpo en el fondo del estanque soltando la última luz, el corazón golpeando inútilmente en el agua, la muerte encendida en esos ojos que miran hacia adentro.

M.G.Freites


2 comentarios:

  1. GROSO MARKOS.
    ABRAZO DESDE FORMOSA

    FERNANDO AC

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  2. Nos llenamos de nada, y que hacemos con ese vacío, decime Marcos, decime que hacemos con ese vacio, necesito saber por favor...
    ----sole---´´

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