lunes, 17 de mayo de 2010

LA MÉCANICA DEL AMOR

 Dentro de una sociedad que tiende a estereotipar o generalizar las conductas de las personas por comodidad nos encontramos ante supuestas verdades que nadie se atreve a discutir, y lo que es peor, termina por aceptarlas como certezas irrefutables, y en este aspecto funcionan como dispositivos de la educación sentimental los tips de las revistas femeninas, ya que en estos se busca respaldo.

Esto ha alcanzado tal magnitud, que existen hasta catálogos que explican como una mujer debe mirar un hombre, la forma de evaluar el color de sus zapatos de gamuza, las palabras con las que se expresa, así como una serie de detalles totalmente irrisorios. Estas reglas han automatizado tanto las relaciones, que forman parte del manual dónde esperan encontrar todas las respuestas a sus problemas. También es significativa la influencia ejercida por esas nuevas biblias new age que son los libros de autoayuda.
Las revistas, si hacemos una mirada crítica responden a cierto punto de vista ideado por la sociedad dominantes que impulsa a la masa a regocijarse en un mundo consumista, dónde el único valor de intercambio real, como todos sabemos, es la acumulación de dinero, y en el caso de nuestro país, la ostentación que sin dudas es una herencia menemista.
Las formulas cosmo utilizadas por las chicas cosmo se imponen con tanta prepotencia que han terminado por derrumbar los valores genuinos de las mujeres, estructurándolas, cegándolas con la falsa libertad que pregonan estos mandamientos, lo que conduce inevitablemente al resurgimiento de lógicas retrógradas que vuelvan a instalarse de forma soberbia en nuestra sociedad.
Algunos ejemplos visibles se dan con la total falta de improvisación, ya que todo parece estar previamente calculado, y toda cita amorosas se reduce a seguir un guión escrito por las autoras de estas revistas, que no hacen otra cosa que destruir la naturaleza propia del amor. Esto entendido en un sentido antropológico, dónde debemos entender como opuesto de natural lo social.
¿Qué sucedió con la espera previa, el trilladísimo “ya va venir”, los insultos que anteceden la llegada de la cita, el radiante momento en que suena el timbre, con la sorpresa que precede al lugar dónde él las lleva?
Esto se terminó por derrumbar, desde hace tiempo, convirtiendo las noches de pasión y reconocimiento de dos almas, en un mecánico ritual de sexo frío que tiene como determinante las posterior huída al amanecer. Hace un tiempo estuve con una chica que creía conocer las debilidades de los hombres inteligentes. Según ella ningún hombre inteligente se resiste a: Las mujeres que prefieren escuchar antes que hablar, a las que capaces de mantener relaciones simétricas, así como a las que son permisiva y aprendieron a modelarse a sí mismas. Esto no es más que una transposición pretenciosa y absurda, de ciertas corrientes anacrónicas del psicoanálisis.
Esta es un fiel ejemplo, de la desidia en al que se ven envuelta estas relaciones dominadas por reglas que terminan minando el amor, como si se tratara de una maldición a la cual hay que por el intermedio de leyes dictadas por personas que tienden a generalizar, sin permitirse analizar las complejas realidades individuales son parte de la esencia del ser. Entiendo a este como el atributo filosófico que se le adjudica a una entidad capaz de definirse a sí misma frente a un medio.
Si esta lógica sigue imperando tendremos un futuro mecanizado, falto de sorpresa, dónde todos aquellos atributos entendidos como genuinos van a terminar por esfumarse, eclipsados por normativas impuestas que no llevan a otro lugar más que a la destrucción del amor, entendido este como un sentimiento profundo e inefable de preocupación cariñosa por otra persona, animal o cosa, que abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar.

Espero que avancemos como sociedad, y seamos capaces de replantearnos muchas cosas que damos por hechas, ya que es la única manera de quitarnos de encima los estereotipos, las generalizaciones, y poder vivir plenamente las individualidades que nos son propias.
                                                
                                                  Por Dedo.




7 comentarios:

  1. reitero, y reitero, la gente teme colisionar con uno mismo. Tenemos que matarnos, suicidarnos en los oscuros, para renacer como un muerto que se levanta para romer nuestros retratos...

    Tenes que salir de esa catatumba que te creaste por miedo al viento, las roturas crecen y van a partir.

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  2. Creo que hay un momento dónde uno comprende que el único ruido soportable es el de la nada...
    Analia Segovia········?

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  3. Entre tanta métafora aparece usted Dedo con esa prosa mordaz que huele a sulfuro para arrojar sal en las heridas.Nunca pierda esa ira.
    Besos.Jime.

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  4. bien dedo le pegas a las revistas burocratas y a la mecanizacion de las personas que proclaman los medios, una triste realidad mece las mentes actuales, una falsa concepcion de la felicidad, un estereotipo creado a partir de una opinion, como si todas las personas del planeta fueran seres sin sentido ni direccion...
    Lucho

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  5. a VECES ATRAVESAMOS LA SOLEDAD CON LOS OJOS CERRADOS, GUÍADOS POR FORMULAS QUE NOS ARRINCON Y NOS MATAN.
    analuz...

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  6. CAIMOS ANTES DE TIEMPO Y NO SUPIMOS QUE NOS DERRIBO...

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  7. En serio, creen que esas revistas influyen en el comportamiento femenino ?

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