miércoles, 7 de abril de 2010

LA INDÓMITA ETERNIDAD

Allá en el fondo está la muerte,
en el fondo del cielo, oculta,
desnuda entre los encinos
que se niegan a darle cobijo,
que se agitan verdes de espanto.


Allá está la muerte contigo
como si e nbrazos te tuviera,
como si su jadeo blanco
llegará hasta tu cintura.
De la puerta a la ventana
hay una eternidad,
cuando la muerte es vista
tras las cosas que te cercan,
cuando les hablas con silencio,
sin cumplirle sus deseos.
Aporrea tus palabras,
deja que se vuelen en pedazos,
nada será encontrado al amanecer
cuando las aguas empiecen a trepar,
estos muros que han alzado
sin saber que la muerte
está allá en el fondo,
en el fondo de este cielo.


¿Siempre se ha de ver así?
Apenas un punto en la inmensidad.
¿Nunca unos ojos se han de abrir,
para ver lo que arroja este mar?
La luna brota de la tierra
y esconde en sus senos
un escualo, un guijarro.
El cielo se pierde con tu querer
y no advierte
la muerte que puebla su transparencia.
Sobre el camino corre la sombra
que el jinete abandona
cuando la noche naufraga
al fin libre de las mareas.


Cuando las luces se apaguen
y todo esto se vacié
de gritos,
sobre los despojos de una vida
hecha trizas,
sabrás que la muerte
sigue allí
en el fondo del cielo,
mientras los dueños del mundo,
ciegos de avaricia
muestran la gran cruz
buscando convencernos
que no es verdad,
que esta vida
nos pertenece,
aunque la muerte
siga allí,
en el fondo de este cielo,
queriendo imitar
la indómita eternidad.

M.G.Freites










1 comentario:

  1. Tan joven, y hablando de la Muerte.Cuando llegues a viejo vas a tomar distancia, no va a ser un lugar común.
    Cariños, Lu.

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