lunes, 12 de abril de 2010

TODO SE LO LLEVÓ EL VIENTO

Se nos volaron los pájaros, los calendarios, la ropa tendida , el árbol que nos dio sombra. Se nos voló la cabeza, se cayeron los muros, las relaciones lluviosas, se hizo astillas la memoria, por esa ventanita por dónde espiabas las tormentas ya no se vio más el cielo y en tardes así, dónde no te tengo, y pongo la tetera en el fuego para preparar unos mates amargos, y así con la radio al lado, escuchando algún tango, espero que vuelvas, espero que se vaya este viento lunático que se lleva todo, en unos días, en unas semanas, en unos meses, se irá, vaya a saber, tal vez se vaya cuando cambie la luna y ahí sí, cuando se aquieten las cosas , volverás para que sigamos escribiendo o quizás no escribamos una sola línea y nos quedemos sentados hablando de los partidos, de las carreras, del marica con el que voy a jugar bowling los domingos.
  Como un tremendo derrumbe dicen que fue el choque, uno entre tantos, fue de madrugada en un frío y solitario cruce, siempre son en lugares así, me imagino la situación, vos, el Tanito y Gerard -¿ Así se llamaba el amigo de las indias ?- arrancaron con el tetra , el faso y alguna pastillita en plan explosivo, “ un torbellino contra los malos días “ “ un antídoto contra los malos polvos hubieses dicho,"  no me invitaron , ya sé que soy un careta que pasa de todo
 - ¡ já ¡ - , pero qué delirio parar el coche en medio de la carretera y acostarse a dormir con las puertas abiertas, ya sé vos y El Tanito son antiguos, duros como rocas, firmes ahí quedaron duros, pero vivos, los puedo imaginar muertos de risa quebrados por todos lados, los huesos hechos trizas, sangrando, pero muertos de risa.
 Aquí, desde que no estás, hasta la noche se ha vuelto triste, el viento sigue soplando, arrancando todo, hasta estas ganas de seguir escribiendo, seguro que los cerros van a quedar peladitos, te va a dar pena verlos así, sin piedritas, por ahí andará el ruego de Doña Blanca porqué su hijo no vuelven, el guatoncito se fue hace un mes con una tropilla de cabras para afuera, para el otro lado de la sierra y no ha vuelto, quizás se volvió pájaro el guatoncito, también te tengo que contar del humo, el humo que mirábamos desde abajo, la quemazón del alma, tiene olor ahora olor a alquitrán, a pulmones carbonizados, te acuerdas que antes olía a azúcar tostada y subía calmo por la alameda, tal vez ya no te acuerdes de nada.
Desde que te fuiste sólo supe del viento que se llevo todo,de a poco fue arrasando con todo, hasta con tus ganas de volver, amigo.

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