viernes, 4 de septiembre de 2009

ADVENIMIENTO CARNAL

Ivana haciendo un mix entre la Cosmopolitan & Proust
Ivana Fucks, Merlo 2009

IVANA FUCKS, NUESTRA REDACTORA ESTRELLA REFLEXIONA SOBRE LA VORÁGINE QUE ACOMPAÑA EL DELEITE DE LAS SABANAS INAUGURALES.

El disco de Pulp giraba desafiando leyes de la gravedad. Lara de imprevisto había iniciado una suerte de baile- cabalgata sobre la mesa. Flor fingía azotarla en las nalgas con un cinturón fosforescente. Los chicos, Manuel y Esteban aplaudían enloquecidos. Desde un rincón con un mojito en la mano seguía la acción. Estaba fuera de foco. Se había hecho polvo todo mi espíritu fiestero cuando Flor me contó que Giovanni, su hermano, no veía. Intenté mandarle un mensajito, convencerlo que la fiesta iba a ser inolvidable. Pero no hubo forma. Ni me contestó. Esa noche daban por la televisión Que bello es vivir de Capra una película por la que Giovanni había esperado mucho tiempo. Cuando íbamos a la costanera, Giovanni no me hablaba de otra cosa que de cine. Una vez me obligó a ver Vértigo de Hitchcock, jurándome que era imprescindible verla.
            Ahora estaba Flor sobre la mesa besándose con Lara, mientras los chicos me arengaban para que me uniera.
    - No sabe lo que se esta perdiendo Giovanni, dijo Manuel al oído, y luego me acarició el pelo.
  Le tomé las manos y le dije:
- No toques lo que no vas a comprar.
- ¿Querés que lo vaya a buscar?
 - Dale andá, porque la cosa está despareja.
 Se acercó donde estaba Lara y salió con el vaso a la calle. Al rato llegó con Albertino el hermano mayor de Giovanni.
- Hice todos los esfuerzos para traer el original pero no se pudo. Traje la copia, dijo, y soltó una carcajada.
        A Albertino no lo conocía demasiado,  lo había visto una sola vez el verano anterior en el camping del pueblo, y las únicas cosas que recordaba de él, era su extrema delgadez cualidad que me había atraído, ya que tengo una fascinación enfermiza por los cantantes de brit –pop, y también la precisión de cirujano con la que había cortado el melón en seis partes iguales.
- Estaba durmiendo pero me dijeron que estabas y me vine,dijo.
 - Has tomado la decisión correcta, le contesté mientras le ponía en la mano un vaso de fernet. 
- El trago de los cumbieros no me piace, no tenés vodka, respondió.
      Lara había puesto un disco de Prodigy, y la fiesta se había desatado. Manuel y Flor ensayan un baile robótico. Esteban había arrinconado a Lara y mientras la besaba acariciaba sus pezones por encima de su blusa blanca.
 - Esto se va a poner bomba , dijo Albertino, parece que vamos a tener que entrar al juego.
 - Pero si entramos, hay que subir la apuesta, le contesté y lo tomé de la cintura.
Sus ojos se clavaron en los míos calibre 45. En mis dieciséis años nadie me había mirado así. Con esa mirada seca, punzante, repleta de sugerencia. Pensé en las demás miradas, viscosas, pegajosas, huidizas, débiles, y supe a qué venía tanto alboroto en mi cuerpo. Cuando sos una adolescente hay un estallido hormonal en tu carne, pero es un fuego que no aflora con facilidad o cuando lo hace toma la forma menos pensada, toma forma de histeria, llanto, risa, pero cuando surge de forma explícita no hay quien te pare. Apenas nos rozamos, supe que Albertino era uno de esos hombres que siempre salen al ruedo con una estrategia, esos tipos que aunque les toque una mala mano se la ingenian para armar un buen cuerpo. Es extraño pero a veces basta un mínimo roce para adentrarse en el otro, y una vez que te metiste estás lista. Game over.
     La fiesta había empezado a tomar color. Lara y Esteban tras la barra se tocaban hasta el alma, mientras Flor y Manuel se emborrachaban sin dejar de besarse. Albertino hizo una mirada panorámica a la situación y puso primera.
- Vamos a fuera te tengo que mostrar algo.
 - Más te vale que sea digno lo que tenés para mostrar. Soltó una risa triunfadora y me arrastró hasta un imponente sauce, que crecía en medio del jardín.
   Nos sentamos bajo el árbol , tomamos unos tragos de vodka con naranja, y me besó. Un beso relámpago, de esos que se dan para probar el terreno. Esperó una respuesta, una señal, sin quitarme los ojos de encima. Traté de probarlo mirándolo con un dejo de desprecio. Pero no hay forma de engañar al hombre que sale a jugar sabiéndose ganador, esa actitud es la que diferencia unos hombres de otros. Me tomó la cara con sus manos y me comió la boca. Deslizando despacio la lengua por la comisura de mis labios, me besó largamente, y sin debitar, me acarició los pechos, amasándolos tiernamente. Intenté meterme en su cabeza, en sus pensamientos, traté de tomar su lugar, salí fuera del cuadro, y mirarme besada por ese chico que me poseía, que se apoderaba de mi carne, y entonces lo vi todo. Me vi con la falda hasta el cuello, con una sonrisa efervescente, ansiosa de que Albertino eche su cuerpo en mi oscura dinastía.
        En lo alto las estrellas parecían parpadear, entonces deslicé mis dedos desde su pecho mojado hasta su entrepierna. Albertino se puso tenso, luego me abrazó y rodamos por el pasto recién cortado. Nos miramos con fascinación, temblando como si en cualquier momento fuéramos a esfumarnos. Sentí un fogonazo de dolor. Cerré los ojos y busqué un recuerdo en mi mente. Oí los latidos de mi corazón apresurado como un reloj que marca horas vertiginosas. Se hizo un gran silencio. En ese tiempo muerto, con imprevista naturalidad develé mis propios secretos y me dediqué a esperar, a esperar su grito desgarrador, su alarido de animal satisfecho. Cuando afloró el esperado rugido, sentí que sus pensamientos me tocaban para reactivarme con el cuerpo húmedo de sudor y rocío, recorrí una y otra vez la historia que acababa de vivir mientras un cosquilleo delicioso caminaba por mis entrañas. Un viento fresco acariciaba mi cara, no había dudas, Albertino era el primer hombre que se metía en mi vida como un rayo.

    Después estuve con otros hombres de edades diferentes, algunos sin dudas llenos de magia, con seres que radiaban un magnetismo encantador, pero el recuerdo de aquella primera vez sigue vivo, porque quizás lo que una mujer espera es un hombre que te provoque, te entretenga, te mueva a pensar. Esperamos el encanto de un hombre capaz de persuadirnos a conocer y compartir su mundo.

Ivana Fucks (Nació en Vilna, Lituania en 1986. Actualmente vive en Merlo-San Luis- , y estudia hotelería.)

6 comentarios:

  1. Mataría la onda de conocerte, Ivana, me has destrozado con tu crónica , es un mazazo, me lo imaginé todo, me re-contra-copas- quiero MÁS. Adrian

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  2. y si... te conozco y me enseñas esas cosas, queres? mi mail marianoelgroso_77@hotmail.com
    espero tu mail hermosa
    Mariano

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  3. IM-PRESIO-NAN-TE TU RELATO IVANA, LA VERDAD QUE ME PUSISTE AL PALO, MUY SENSUAL POR CIERTO
    CUALQUIER COSA ME CHIFLAS SABES QUIEN SOY, KIKE

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  4. Ivana. Muy buena tu crónica-cuento/cuento-ensayo... no sabría denominarlo; lo que importa es decirte que es bueno. Comencé a leerlo y, así como la narrativa de Márquez, una acción tras de otra me envolvió, me hizo "acabar", llegar al final. Buen recurso comenzar de inmediato con el discurso, sin preámbulo; no concluir con una acción explícita (el mejor escritor, es aquel que no cuenta todo) y sí cerrar con una especie de reflexión biográfica. Muy bien el cierre, cierre y no desenlace. Terminaste abruptamente el relato con un flash forward. Lo único que te critico constructivamente es echar una revisada a la redacción y sobre todo cuando introduces el estilo directo. Me encantaron los elementos interdiscursivos, como el cine, la música de Pulp (que maravilla, me encanta el ya disuelto grupo aquel, mis favoritos: Suede). Me sentí identificada con el gusto por los cantantes del Brit Pop. "Que fantástica fantástica esta fiesta con amigos y sin ti" (Rafaella Carra).

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  5. cuando vas a escribir algo nuevo, ivana ?
    MARTÍN

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  6. Atrapante la energía del relato, demasiado previsible para mi gusto, esperaba otro final.

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