martes, 29 de junio de 2010

SERPIENTES EN MI CAMA

Como el arco iris que hace llorar a los aviadores.
                                                Jorge Carrol
Cuando no comprendía aún que yo existía en un trazo de Renoir
una serpiente cobijaba mi rostro, mis manos. Yo sentía que el veneno era suave
como un fruto de río. Y  los días me hablaban a escondidas, me helaban las palabras dormidas.
Mucho más extensa que mi mirada, era aquella serpiente.
El Moulin de la Galette nos hacía un guiño con sus luces arcabuces de primavera artificial.
Muchachas de Toulouse Lautrec mecian caricias de alquiler, mientras la serpiente hacía crujir los faros.
Crecí en vientre ajenos y como un berrido sentí  el grito de los fantasmas  
acorralados en los muebles de agosto.
Calle para que se encendieran las últimas luciérnagas
aquellas que te señalarían el camino
como el arco iris que hace llorar a los aviadores.
Ilustración: Cecilia Rizzo




1 comentario:

  1. Grande Ceci, sos divina, esa poesía me puede, esa imagen me conmueve, un abrazo chicos selkis, Jazmin

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