jueves, 21 de enero de 2010

GAME OVER, PAPI


Detrás de ti las palabras, el ruido de fondo, las cosas que inexorablemente suceden, a pesar de nosotros. Al frente, lo que aún no es, el huevo que oculta la serpiente. En medio, lo que se supone que es parte de la verdad. Ella es joven, hermosa, irresistiblemente hippie, y está sola tomando una cerveza, hablando de Freud. Sigmund Fraude. Apenas te ve llegar te clava esos ojos que disparan miradas como misiles antiaéreos. Poesía atroz la de sus ojos, pupilas nocivas. Vos te haces el indiferente y te sentas dos, tres mesas más allá. En eso te acordas de todo. La fiesta de Nochebuena. Hembrita caprichosa, conchita encharcada, pezón empantanado, pétalo a pétalo te saqué el diablo del cuerpo. Sin otra opción hurgaste mis bolsillos secos. Eso lo escribiste en el cuaderno dónde con trazos nerviosos dibujaste su rostro. El último arrebato poético casi te arrastra hacia el borde mismo del precipicio. Una vez que te caes sos un caído para siempre .Eso lo dijo Rogelio Rubén Almada en un prostíbulo con varias cervezas encima.


Volvamos al principio, si es que se puede. ¿Qué fue de los demás? Arrancamos Emanuel, el dedo, y yo. En esa época teníamos una reserva de oxígeno gigante. Pedíamos todo a crédito. Papá paga. El dedo devolvió el pez al río y no lo vimos nunca más. Eso fue antes de encender fuego a la basura en una calle céntrica. Todo un palo, varón. La milonga se puso psico, y el paralítico quebró el saque. Luego se sumo Marcos. Digo se sumo contra su voluntad, el se hubiese restado. Un marcos menos un marcos dan un cristal suelto. Pesimismo sobre pesimismo. Lo hubieses visto a Marcos reírse a carcajadas en el fondo, feliz de tanto caerse mofándose de todo. Una puntada en el corazón y game over, papi. Siempre suele ser así.


   Esto por ahora. Recuerdo todo lo que pasó este año y siempre estuvo Luchín. El día que cruzamos muertos El Erebo para oír aullar el desierto en sueños. Éramos los dos, maldición, los dos con la mierda hasta el cuello, tan felices como ese día que sacié mi sed en los pechos de la virgen. El último en montarse en el caballo, Pindaro cuando ya llegábamos a Las Lajas con nuestra tropa de musas harapientas, sin sexo, ahuecadas por las balas de los narcos. Debería aplastar mis recuerdos a estas alturas. Dejar de jugar a ser Matías y soltar la rienda. Y si se trata de alabar personas pudo ser Huguito, la puntaneidad al palo, las nissan recortadas de la reader digest, pudo ser ese ojo fosilizado que me mira con ira, como si fuera a morderme, pero me quedo con Jorge que viene a cebarnos unos antes, mientras vos allá junto al mar, yo aquí en Mina con los chicos, recogemos las sombras. Jorge siempre tuvo a su favor una verdad, y eso nos alcanza cuando hay tormenta, y el camino se llena de lodo. Gracias por los consejos.


 Sigamos suponiendo que todo esto es verdad. Es año nuevo, todos estamos dispersos, no sabemos bien que nos pasa. El viejo esta callado, cada vez se parece más a un filósofo. La vieja prepara el pollo con papas. Tu hermano watchea la televisión. Entonces vos te levantas, te arrancas de casa, cuesta un poco .Camino a la casa de ella, compras unas latas de cervezas, pagas con cambio y aterrizas así sin aviso. Podrías haber enviado antes un SMS. Si tuvieras crédito. Claro, como no. Te recibe ella, tiene unas buenas gomas, ahora te das cuentas, te hace pasar. Te sentas, ella te dice que te quedes un rato no más, a las doce Pablo sale de guardia. Pablo es verde, es militar, por ende huele a bostas. Antes de las doce me voy, decís y de repente, tenés los ojos cerrados ella te esta haciendo una mamada esplendorosa. Somos accidentes a punto de ocurrir dice ella citando a Radiohead.


Así, esto cierra, mientras todos recordamos cuando lanzamos la pelota al patio de la casa vecina. Durante años esperamos que la pelota volviera. Ahora al fin hemos dejado de hacerlo.


Si vis pacem, para bellum

M.G.Freites


1 comentario:

  1. y cuando somos valium?? solo servimos de droga para algun sediento de cambio... sentirme en las venas es gracioso. Ayer me desperte del sueño donde creaba castillos con mis uñas pintadas de negro y la vi, era Mariel con su tinte rojo, que predecible q es el destino y sin querer nos adelantamos a él.

    Patchu

    ResponderEliminar