domingo, 9 de octubre de 2011

FLORCITAS AJADAS

 Por Marcos Freites
El amanecer deja sus lágrimas
clavadas en la intemperie del pasto.
En un manto de niebla duerme la casa.
Para el pueblo se ha ido Don Emeterio.
A azuzar el panal se fue el hombre.
Naides ha de quitarle la dicha del alba
a ese cristiano.
Ya la mañana cuaja en los tamarindos
como una florcita fruncida.
Un resplandor aleonado se mete
por debajo de la puerta
empujando pa´fuera toda la oscuridá.
Toda la santa noche ha toriado el choquito,
como un endemoniao a toriado el choquito.
Se ve que pa`l pueblo el hombre se arrancó.
Alborotado por el vino acertó la senda.
La senda que a uno lo lleva derechito.
Derechito pa´la casa del compadre, Pinganilla.
No sé si jué el vino o jué el mandinga
el que le susurró la idea a Don Emeterio.
¡La chinita está sola en la casa!
¡La chinita está sola en la casa!
Hasta que la quinchada no se vacíe
el compadre Pinganilla no vuelve.
El hombre dejó las botas bajo el alero
y descalzo se ganó pa`las casas.
La chinita desde el catre oyó los pasos,
después vio las manos sucias, pegajosas
que le sostenían con fuerza los brazos.
Las mismas manos que amansaron el tobiano
que la lleva a la escuela, esas que una tarde de verano
le cortaron unos duraznos maduritos, hechos agüita,
que le prepararon tortas al rescoldo.
En esa época la chinita se distraía
correteando las sombras de las nubes.
Extendía los brazos y como un trompo
giraba y giraba de cara al cielo,
mientras una brisa suave le mecía las trenzas oscuras.
Ahora ya estás en edad de merecer.
Merecer el cariño de un hombre, alhajita.
Más vale que sepas hacer caso.
Sino a guascazos te vuá a enseñar.
Al buey viejo pasto tierno,
hubiesen murmurado las viejas
mientras pelaban cebollas.
Gotea suave el sereno al dar el alba.
Relinchan los caballos sacando la cabeza entre el maizal.
Tranquilizate, chinita, que con el claror del día vas a gozar mejor.
Lo primero que tenés que hacer, alhajita, es acariciarle la cabecita.
Eso sí con mucha delicadeza. Mira que como lo tratas se porta.
Clarea que da gusto en la ventanita que da a las sierras.
El albor se va tragando los cuerpos. Se los va masticando.
A esa hora Don Emeterio de las trenzas sujeta la chinita.
Le hace decir alabanzas a la mocita.
Sus gritos se oyen de todos lados.
Hasta doña Narcisa los escuchó y lo primero que hizo
fue persignarse y decir: ¡ Ave María!
Y el choquito chorreado se desbocaba toriando.
Su torido finito se oía de todos lados.

¡ Abran paso! ¡Abran cancha!
Cinturón en mano y a toda boca,
gritaba Don Emeterio.
Bufaba ese cristiano, relinchaba de gozo,
mientras la chinita picarona encima suyo
ga-lo-pa-ba, ca-bal-ga-ba.
Me vas a dejar sin aliento, cabra arisca.
Pensar que un día casi te liquido.
Desnudita en el pajonal, te hallé.
Y la vida te perdoné.
Estabas demasia´o tiernita.
Quería agarrarte bien crecidita.
Las tetitas duritas. La carne rosadita.
De guachita ya te picaba el chorito
y yo no soy de esquivar el guascazo.
¿Qué querís que haga?
Aura te vuá a hurgar hasta el alma.
Vayas donde vayas, mocita,
algo mío vas a llevar.
Eso te pasa por corajuda.
¿Quién te manda a quedarte solita ?
Si hubiese estao tu taita
también lo pasó a llevar.
Me has llenao de gozo el cuerpo.
¿No vas a parar? ¿Vas a galopiar hasta dar con el día?
La luz no viene de ajuera, señor.
La luz viene de adentro. ¿ Vió?
Todos llevamos dentro una llamita.
¿Se da cuenta? Quédese quieto.
Deje que yo haga todo.
Te vuá a hacer unas marquitas
pa´ que sepan que sos mía, alhajita,
después te las zurcis con hilo y aguja.
¡Pará chinita! ¡Me vas a hacer
salir el corazón por el guargüero.
Me ha encandilao el día.
Estoy tirando chunzazos a lo loco
y no corto a naides.
Una lucecita titila entre los espinillos.
Cantando suben las torcazas al monte.
Como un puño oscuro se cierran las ventanas
furiosas con el claror del día.
Dele hasta donde tope, dele nomás, sin temor.
Dicen que alguien en medio del gozo
como el agua dormido quedó.
Dicen que dicen que hurgando en la noche
se ha quedado para siempre un paisano
sin poder hallar jamás el día.



6 comentarios:

  1. No me gusto, no entendi, las imagenes que queria crear el escritor, la mala puntuación no dejo expresar mejor la ecritura, le falta mucho a este pibe, no se hay cosas que tienen un perfil y hay que mantenerlo, aca rompieron con ese perfil de exelencia a la hora de escribir...


    Catulo, el decepcionado

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  2. Me gustó.. me dejó un gusto bastante amargo,agrio,el viejo me dio rabia..me dio pena la chinita... pero eso es lo mejor de todo.. todo escrito q transmita algo es bueno. si no..tendrian q crucificar a Bukowski o a Anaïs Nin por su diario Incesto.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  4. Es sensacional que sea un texto gauchesco, violento, pero que establezca una conexión con el presente; vos lo leés y te das cuenta que está ocurriendo ahora , ya, en este momento, en algún pueblucho desolado, incivilizado, y hay un par de intertextualidades geniales, hay que descubrirla !!!! Je
    Mariano.··"

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  5. Lo que no me gusto es la forma y la utilización de las palabras a la hora de describir imágenes, me pareció confuso, he leído otros cuentos gauchescos por acá y me parecieron más completos, este no me genero una imagen nítida de la situación que se planteaba, no logro descubrir la intertextualidades que dice mariano, le falta trabajo para mi.

    Catulo, el decepcionado

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  6. Buen castigo el viejo se llevó porque con el placer la muerte le llegó.

    Sin duda con este texto se hace una vuelta al criollismo gauchesco, algún género dormido de otras generaciones, como el costumbrismo atorraante, porno, desbocado, ese qué hace cerrar los ojos para no leer, pero que en fondo queremos saber sobre su final. Ése fuerte, ése que es fuerte y real, ese que se da también en lo urbano, como la mujer que le da teta al crío y que a su lado hay una chancha recién paría con sus puerquitos. Me gustó, no es fácil dar con palabras del estilo, dígamen que es común llamar a un hombre como "el cristiano". El que dice que hay intertextualidad es porque sabe, no porque cree que es un buen término para exponer en el comentario y el que no es porque no ha dado con el hipotexto. Buen final, el argumento se entiende, y no se puede ser tan sugerente, el buen escritor es aquel que no cuenta todo, es el que deja trabajo al lector.

    J.A.

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