martes, 16 de noviembre de 2010

LEVITACIONES

Por Marcos Freites
                                                                a color susurro
¿ Y usted pretende convencerme que la única salida de este laberinto es por arriba? 
Despacio, muy despacio comenzaré a levitar. ¿ No me cree usted capaz de alzarme por estos muros?
La última vez que intenté levitar lo hice asomándome a la calle desde la azotea y vio la gente desnuda circulando por las calles incendiadas, dando alaridos de júbilo. No me va a negar que hay cierta algarabía en la devastación, más aún cuando uno soporta largos periodos de represión. Esa tarde me pare en la cornisa del edificio y caminé haciendo equilibrio con los brazos, susurrando plegarias a través de un caño.
Me figuré que la muerte podía ser color susurro, que ese instante que precede al silencio definitivo no es otra cosa que un arrullo estéril.
Pensé en los rostros de mis amigas contraídos ante la imagen de mi cadáver descalabrado en el asfalto caliente, en la alegría que le provocaría a usted no tener que lidiar con este cuerpo desobediente. Lo vi todo, entonces salté, describiendo un vuelo transversal que culminó con un suave descenso sobre la avenida principal.
El camión de los residuos, frenó de prisa, casi me lleva puesta. 
Un hombre corpulento, con una vocecita diminuta, frágil, me sugirió que la próxima vez tomara más precauciones antes de descender.
Desde entonces mis levitaciones son cada vez más esporádicas.




EDWARD STEICHEN
Gloria Swanson, 1926.
Bromuro de plata. Vintage.
Colección Gruber. Ludwing Museum, Colonia.


1 comentario:

  1. ME GUSTA COMO JUEGAN CON LO ABSURDO, EN SUS RELATOS HAY UNA VOZ QUE SE MUEVE ENTRE LA SUNTUOSIDAD Y LA PARODIA.
    BESO, CLARA

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