miércoles, 4 de abril de 2012

WELCOME TO THE FALKLAND ISLANDS

por Matías Lucero

Y ahora con los hijos de los Beatles. Como un renacimiento de la locura "sesentosa" que dejó a todos con el "Culo mirando al sudeste", y todos eran ingleses, se olvidaron de las invasiones del 14 de abril de 1806, a los Beatles no les tiramos con agua hirviendo al mejor modo neanderthalesis. A ellos con las flores, con el LCD en los carritos de helado. Y después las Malvinas, un 2 de abril cargamos las Winchester del abuelo y partimos a buscar "Malvinas". Malvinas como un grito de esperanza, Malvinas y una banda en los ojos al rulo que no volvía a casa, Malvinas y otra vez poder salir de la casa a las 3 de la mañana. 
¡Los Beatles! a otra cosa, mariposón. Comprate un Falcon y escuchá a D`arienzo, ¿acaso no sos argento, carajo? leamos el Martín Fierro. ¡Vamos a Malvinas! papá por fin va a estar orgulloso. Vayamos a Malvinas y quedémonos por allá nomás. Después te vengo a buscar nena. Vamos a hacer una nueva vida. Malvinas seguramente es hermoso, y allá no se toma agua, allá la gente toma petroleo. Son personas hermosas, con cuerpo de caballos, y tienen pelajes blancos, y todos hacen el amor en las calles, porque allá vamos a ser libres nena. Vamos y son como una misma conjugación. De una volada del Pucará y hundimos todos los barcos del tiempo. 
Después (siempre hay un después) volvieron de Malvinas que resultó ser un lugar dónde vivían los Kelper, resultó que Malvinas se llamaba Falkland y que era fangoso, y que en las escuelas flameaba la bandera de los Beatles. Fue culpa de los milicos, vos no te hagas cargo negro. Andate a tu casa, perdón, no tendrías que haber ido. Mirá, ahora te doy un bono para que te quedes tranquilo en tu casita, para que te olvides de las islas che. Que no son para tanto. 
Antes escuchabamos los Beatles, leíamos a William Shakespeare y mirábamos las de Hitchcock, ahora escuchamos a Mc Caco, leemos a Coehlo y miramos las de Diego Rafecas. 



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