martes, 11 de enero de 2011

PAPÁ SE FUE DE VIAJE DE NEGOCIOS

Por Rodrigo Heredia

To be lost in the forest forest/To be cut a drift/you´ve been tryng to reach me/you bought me a book/To be lost in the forest.
                            Bloc Party This modern Love
 Con la furia de siempre el sol ha vuelto al jardín, entre el césped recién cortado hay trozos de vidrio verde. Mi prima, Mariana, recostada en la hamaca, haciendo gala de su bikini turquesa no deja de fumar y maldecir este verano inmundo. Todo el mundo anda transpirado, Rodrigo. El calor no te deja respirar. Todo esto sucede, mientras sigo esperando la llegada de Papá. Papá está de viaje de negocios. Falta poco para que regrese. Cuando su sombra se extienda en el patio,ya no habrá momentos de pena. Su risa alegrará cada rincón de la casa, y yo dejaré por un rato de pensar en Javier.
Con Javier nos conocimos en la piscina del club, tal vez pegamos onda porque los dos vivíamos a pocas cuadras del centro, y éramos fánaticos de Jackass. Apenas empezamos a hablar supimos que entre los dos se abría un abismo. Papá dice que a los abismos hay que atravesarlos con los ojos bien abiertos. A la semana me fui a quedar a su casa. Sus padres estaban de vacaciones en el sur. Empezamos a probarnos la ropa de su hermana, y terminamos tirando en la cama de sus viejos.
En el equipo suena  “This modern love" de Bloc Party. Me gusta oír música a todo volumen mientras ordeno mis pensamientos. Siempre pienso en vertical, tal vez se deba a que me gusta danzar al borde de la cornisa, hacer equilibrio ante el precipicio.
 En estos días de ansiedad no he dejado de leer “El inconveniente de haber nacido “ de Emil Ciorán. Me lo pasó, un amigo de Papá. Es mucho mejor que los libros sobre vampiros que lee Javier. Me quedaron dando vuelta un montón de frases, especialmente una  que asevera que aquel que tiene inclinaciones hacia la lujuria es compasivo y misericordioso, mientras que los que tienen inclinación a la pureza no lo son.
En la casa de al lado vive un anciano que a la siesta se cruza de piernas y apoya sus codos sobre su pantalón grasiento. Me distrae mirar como sus manos juguetean con un mendrugo de pan en pleno itinerario a su boca. Ahora su vista esta clavada en el cuerpo voluptuoso de mi prima, rememorando, quizás, sus antiguas hazañas sexuales. Casi sin querer, de su boca desdentada que mastica sin fuerza, brotan las palabras: "Hermosa, dame un beso”.
El tiempo de Aníbal, mi vecino fue un tiempo sin esperanza y desolador. Hubo frío, guerras, ruinas, moribundos, lamentos, maquinales cantos de pájaro, y árboles desamparados. Aníbal  busca o quizás añora el regreso a su origen oscuro- luminoso, bestial o angelical de hombre ligado a la tierra.  Apenas me ve, exclama,Rodrigo, tus estrellas, son  un cerco de nefastos presagios, y enciende el décimo cigarrillo del día.
Para Aníbal, las ciudades son invenciones que exaltan el poderío del hombre sobre la naturaleza. Las ciudades son como estrellas, condecoraciones, triunfos del progreso, leí en algún libro. Pero las estrellas también son guillotinas, que decapitan todo lo que es un obstáculo para el progreso. Guirnaldas cuelgan sobre la tierra. Eso lo dijo mi padre un día que fuimos a pescar.
Mi prima cree que la naturaleza, la luz, todos los colores, sonidos y olores son tan puramente cristalinos naturales y brillantes, que hieren todos nuestros sentidos, y nos cargan de una infinita alegría o tristeza, bondad o maldad da igual. Me abraza, y me dice: “Rodrigo, tus estrellas son un racimo de brillantes presagios” Luego me dice: “En la mirada está escondido el placer, somos lo que nos dicen nuestros ojos.” "Lo más alto, está en lo más bajo, lo más complicado y enmarañado esta en lo más sencillo: Ver.” Seguro  que lo leyó en uno de esos estúpidos libros de autoayuda.
Mientras todo esto sucede no puedo olvidarme de Javier, con quien arreglamos dejar de vernos unos días para alejar cualquier sospecha.
Mañana debería regresar Papá, tal vez vamos a la costa unos días. Mientras tanto entre mis cosas, entre mi ropa interior oculto de la mejor manera lo que hicimos hace una noche atrás con Javier.

Rodrigo Heredia nació en Naschel,San Luis, en 1992.

Fotografía: Erwin Prum




2 comentarios:

  1. Un retrato de la gen/00 homosexuales abiertos, alejados de toda religión. El blog también lo es. No hay nada ejemplar. Lo único que hay es droga, desesperanza, sexo, nada de amor.
    Cambien por favor.Crean en ustedes.
    Yeniiii

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  2. SI QUIERES PAZ Y AMOR, LEE A COELHO U OSHO.

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