martes, 21 de septiembre de 2010

LA SECRETA LUZ DE LOS DÍAS

Cuando es tarde para soñar
con amapolas curvadas por la nieve
y en la oscuridad del bosque
la primavera es un leve susurro
reúno palabras
para descifrar en silencio
la secreta luz de los días
que suplica por el fuego
olvidado en la memoria de las cosas.
Se ven tan distantes los faros
desde este encierro transparente
que todo recuerdo
no es más que relámpago,
leve claridad en la sucesión de las horas.
Todo se esfuma
en el vértigo azul del calendario
y en la agonía de la tarde
junto palabras como pedernales
para nombrar cosas vistas
en los confines del sueño
donde surgía una voz
de los espejos vacíos
para trazar líneas en los cuadernos,
para alimentar las bocas abiertas por la intemperie,
para cobijar las últimas tibiezas del verano.
Ya no espero una revelación
en las hojas de un libro
sólo aguardo con insistencia
un manojo de palabras
al filo del cenit
para reiniciar el camino
donde el paciente reloj invoca
la secreta luz de los días.

1 comentario:

  1. Tras tanta oscuridad vuelvo a encontrar luz en las escrituras obstinadas de los malditos, y como no fingir una sonrisa ante vuestra levedad.
    Sunny-

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