lunes, 19 de julio de 2010

ES EL SOL QUIEN MUEVE A LA FLOR


 Por: Marcos Freites
                   Los dioses han pasado a ser enfermedades.
                                          Gustav Jung                                       
Ya no corras tras la flor
es en vano buscar a dios
entre los rayos de este sol,
pues toda fe perece de luz.
Ya no busques su nombre
es en vano forzar el silencio,
pues todas las voces apagó
este sol que alumbra sin cesar
las flores, sin jamás atardecer.

La flor está llena de ojos
el jardín ya la olvidó
y los insectos sobrevuelan
los pétalos sin saciar su sed.
Ya no sueñes con el ayer
aquí hay gente que se muere
sin haber visto nunca la flor,
y vos ciego de amor caes
sin darte cuenta que el sol
es quien mueve a la flor.

La semilla sin luna se hace carne,
los ojos sin calma se tornan fuego,
y ves en el límite del frío
crecer las uñas del diablo
sin haber tocado jamás la flor.
La luz del alba nos confunde
y sin apartar la inmensidad
en el ojo de una aguja
buscamos el aroma de la flor,
sin entender que todo destino
en la arena, fue escrito,
y solo el sol, posee la verdad.
¿ Siempre se ha de ver así
el amor bajo los pies del sol?
Un camello bebe de prisa
la sangre de todo rey.
¿Y si dispararas contra su luz
la flor buscaría cobijo en tu piel?
Se nos mueren los años, los días
y nos convencemos que es posible
tan solo usando palabras al revés,
sin comprender que es este sol
quien la mueve sin cesar a la flor.

Ilustración: Rob Gonsalves


3 comentarios:

  1. recuerda siempre que aveces la flor puede ser quien mueve al imponente sol!
    f.m

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  2. pensandolo desde Jung es posible, si tenemos en cuenta la importancia que le da a lo femenino.
    Caro

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  3. La flor y el sol se necesitan mutuamente, la primera para nutrirse de los rayos del sol y este de la flor para justificar su presencia. Qué sería de los dioses sin nosotros justificando su presencia…
    Cecilia

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