como un escuerzo, querido.
Es la cruz quien selló esta suerte.
Todo ha sido desmesura.
Fuimos gigantes.
Ahora ya nuestros brazos no sostienen el peso de la gran pared.
Se derrumbó.
Dos ilusos hundidos en las ruinas de su desolación.
Eso somos, mi querido amigo.
Chongo mío, hemos fornicado amargamente sin fe.
El sexo entorpecido, húmedo y sucio, entra y sale.
El sexo entorpecido, húmedo y sucio, entra y sale.
Somos parte de la inercia.
Es tan siniestro jugar a quererse
cuando uno de los dossin asco debe reventar.
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