Una sorda manga de langostas,
o desflorados ademanes de pirpintos,
erizan
las innumerables sombras cachorras
que peregrinan en ida y vuelta
por mi esófago
para hacerse adultas.
(Esos que estaban,
ahora son sólo puntos desmoronados;
como la distancia cuando hospeda a las manos,
o como palabras pintadas en las ruinas
de la desmemoria).
Importan (arden pero acompañan)
los que susurran
su dialecto cercano.
Ellos tiran mi cabeza hacia atrás
y abren duramente
mi mandíbula
reiniciando,
a partir de la garganta,
el numen de luz flotante
que hago caer
al cielo.
Gabriel Gómez Saavedra
Tucumán
que bueno Gaby, leerte, se extrañaban tus poemas, es una linda postal de los pueblos, en esos días de calor endiablado.Jime
ResponderEliminarGracias Jime... y gracias a "Los Selkis" por considerarme. Gabriel G. S.
ResponderEliminarHace unos años(muchos) estuve en el Valle de Lerma, Salta y asistí a una visión asombrosa, ver una larga hondonada invadida por pirpintos, esa imagen mea compaña hasta hoy, y por esas locas casualidades me topo con el poema de Gabriel, dónde vuelvo a viajar a esos días, dónde todo parecía estar ahí, al alcance de la mano. La he re-leído varias veces, y aún no puedo penetrar en su interior, me sucede a veces, buscar la corteza de las cosas dónde la belleza aletea con la fragilidad de esas mariposas con manchas en las alas(también estan las blancas) que son parte del mundo mis sueños. Besitos, los sigo por la web, Agus.
ResponderEliminarpregunto en mi nordestina ignorancia... ¿que carajo son los pirpintos? suenan hermoso. más alla de esta apreciacion, para nada importante, el poema esta buenisimo. es de esos gritos desesperados con los que tratamos de evitar morir a manos nuestras. y hay que seguir gritando a ver si dios escucha y deja de hacerce el boludo. fede torres
ResponderEliminarPirpintos son mariposas... además de ser una localidad de Santiago del estero... onocidas por estos pagos como pirpintos, su nombre científico es Ascia Monuste y pertenece a la familia de los piéridos. Pueden volar a unos 300 metros de altura y recorrer largos trayectos durante cuatro meses, su período aproximado de vida. Algunos los culpan por la pérdida de cosechas, otros afirman que anuncian sequía; pero estas creencias populares no tienen nada de cierto.
ResponderEliminarHay instantes en que todo mi cuerpo se dio vuelta como una remera al leerte, Gabriel.
Abrazos//// Kary-Patronato-
Me gustan mucho esas imagenes que sobrevuelan a cada instante, no hay forma de detenerlas, revolotean como los pirpintos.Mientras lo leí recordé algunos textos japoneses.
ResponderEliminarCariños par vos Gaby, Luz